11 abril, 2011

Paseo por Praga, Viena y Budapest

Fue esta semanita de ciudades imperiales un regalo para despedirnos del invierno y de sus quehaceres.

En Praga me sentí insignificante ante tanto edificio magnifico, tiene el mayor núcleo urbano del viejo continente inscrito en el Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por su riqueza cultural, arquitectónica e histórica.
Me detona el estrés del fotógrafo saturado, la indecisión de por cual decidirse y bajo que prisma sacarlo, bueno lo solucione dejando que mi dedo decidiera.

A Viena, con atractivos contrastes, la sentí con ese glamour que tanto me recordó a Paris, eso si, aquí el alemán era lo que no entendíamos.
La Viena de Sisi no se nos reveló, pero sus imperiales edificios convertidos en museo nos compenso.

Budapest, El Danubio divide la ciudad en dos zonas que poco tienen en común: Buda, en la orilla oeste, la zona montañosa, y Pest, en la orilla este, mucho más plana.
Posee edificios barrocos, neoclásicos y secesionistas se mezclan con bonitos parques, museos llenos de tesoros y baños turcos.
Fue la que mas disfrute, más chiquita y accesible, tan solo me traje la gana de un buen baño en esas maravillosas aguas que tienen, y una sesión en la opera.
Queda pendiente.

 
Mientras, me conformo con ese recuerdo que me traje en mi canon.



04 abril, 2011

Conversando con Uan

Esta entrevista la cogi de la revista Holistico y como me gusto y para que no se me traspapele alla va:

Uan, autor de las obras Olas de cambio, Recuerda, Nada es lo que parece, El día largamente esperado, El encuentro mágico y La Cascada Dorada, es un infatigable buscador de la Verdad.
Ingeniero de profesión, transformó toda su vida cuando su alma habló en consciencia a su corazón. Despertó, recordó y desde entonces comparte sus vivencias con quienes también están llamados a despertar.

¿Cómo llega un ingeniero industrial a dar este salto de conciencia?
El salto de conciencia viene marcado por el compromiso interno que uno toma cuando decide encarnar. En alguna forma, durante un periodo de la vida uno tiene que enraizarse, tiene que comportarse como una persona normal y corriente, y en los tiempos actuales una de las formas de ser normal es trabajar, estudiar, hipotecarte, crear una familia y llevar una vida normal como la mayoría de la gente.
Sólo en el momento en que internamente planeaste despertar, se dan las circunstancias que te hacen recordar que decidiste bajar, dormirte, despertar, cambiar y actuar.


¿Llegas a abandonar toda tu actividad laboral?
Sí, yo estaba trabajando en un puesto bastante bueno pero tenía una actitud de búsqueda, una inquietud, una insatisfacción permanente… En esa búsqueda fui encontrando personas, lugares, cosas, y en un momento determinado hubo algo que me activó y me dio la fuerza y la certeza interna que necesitaba para redefinir mi vida.
Durante ese periodo inicial vives toda esa inquietud, pero llega un momento en que aparece la claridad de lo que tienes que hacer, aunque al ponerlo en marcha, te invaden tus propios miedos e inseguridades. En esta sociedad en la que vivimos tenemos muchas ataduras y no es tan fácil dejar las cosas, pero sabía que si no cortaba definitivamente nunca lo lograría. Era necesario tomar un tiempo para dejar que toda la vieja energía se fuera para que apareciera lo nuevo. Cambiar es difícil pero es posible con voluntad y esfuerzo.

¿Tu cambio de conciencia coincide con el cambio de vibración que estamos viviendo desde el año ochenta y nueve?
 Digamos que en el año ochenta y nueve comenzó un tiempo de despertar. En la primera mitad de los noventa, la llamada a despertar se intensificó. Este periodo coincide con todo mi proceso de inquietud y búsqueda personal. Mi época de mayor despertar fue en la segunda mitad de los noventa y es con el nuevo milenio cuando realmente me planteé un salto. Esto es como todo, saltas y luego necesitas un periodo de adaptación, de vaciado, para posteriormente llenarte de algo nuevo. No puedes saltar y al día siguiente estar en lo nuevo directamente.

O sea, ¿saltas y sueltas?
Como bien dices saltas y sueltas, y yo añadiría que te llenas de nuevo y comienzas. Lógicamente, la personalidad tiene que ser sólida y tiene que tener una voluntad y firmeza clara, tienes que haber tenido algo de certeza interna porque la tendencia natural es que uno se vea a sí mismo como siempre se ha visto y la inercia domine. Nos vemos como lo que conocemos de nosotros mismos o nos hemos visto capaces de hacer en el pasado. Cuando despiertas, te das cuenta de que nada es lo que parece y que la vida ya no es lo que parecía y uno tampoco lo es, pero tienes esa lucha entre lo que sientes y quieres de verdad y lo que te han dicho que debería ser. Este es un periodo duro que hay que pasar, en el que además las personas a tu alrededor reflejan tus miedos. Basta que pienses “no sé si voy a poder”, para que en ese día alguien venga y te diga: “Seguro que no vas a poder”. En un primer momento, parece que es negativo pero desde un nuevo entendimiento te das cuenta de que es positivo porque ellos lo único que hacen es probarte en la firmeza de tu decisión. Según se avanza, cada día te va llamando más lo nuevo y menos lo viejo, y llega un día en que sin darte cuenta has cambiado y lo viejo ya no te reclama. Entonces te quedas en ese vacío donde dices: “Bueno, ha llegado la hora de hacer y hay que empezar, sólo hay que atreverse”.

¿Qué consideras que le falta al nuevo paradigma que está llegando a esta sociedad?
A esta sociedad yo creo que le falta todo. Partimos de una sociedad donde hay un gran desamor, una gran desinformación y un enorme nivel de falsedad y de verdades a medias en todo lo que nos han dicho y en todo lo que vivimos. Lo que falta es mucha verdad, mucha coherencia y mucho valor, porque mucha gente es buena, pero no se atreven a ser ellos mismos. Como dijo Luther King: “El mundo está como está no porque hay muchos hombres o personas malas, sino porque los buenos no actúan”. Yo lo que creo es que falta actuación.

Posiblemente porque no saben que son buenos.
Efectivamente, porque nos han machacado diciéndonos siempre lo negativo. Es un problema del tipo de educación recibida. Lo que ha pasado es que nos han dado una educación muy buena en conocimientos pero muy deficitaria en la gestión de nuestras emociones; sin embargo, lo que te va a hacer avanzar en la vida es la fortaleza emocional en los cambios, además del conocimiento. Para rendir en un trabajo el conocimiento es fundamental pero para avanzar en la vida lo fundamental es la fortaleza emocional, y generalmente se carece de ella.

Hablas de los niños índigo y de los niños cristal, ¿qué contacto has tenido con ellos?
Los niños índigo y cristal son parte de todo un programa incluido en lo que llamo El Plan avatárico, que representa toda la secuencia planificada o decretada en los planos internos de cómo desde una situación inicial se va a otra completamente nueva. Una parte del plan fue la llamada a todos los trabajadores de luz, que somos todos los adultos que con mucho esfuerzo y sacrificio hemos ido cambiando poco a poco, dejando atrás las viejas formas e intentando vivir en las nuevas. Simultáneamente, viene una nueva expresión interna de amor canalizada a través de todos estos nuevos niños. Mi contacto con ellos ha sido tanto interna como externamente.
La nueva humanidad está compuesta básicamente de dos grupos, los trabajadores de luz, que tenemos que renacer en vida y transformarnos en lo nuevo, y los nuevos niños que se agrupan en tres grupos importantes: los niños índigo, que fueron los primeros que bajaron, los niños cristal que son una continuación más perfeccionada, y una nueva ola de niños que vendrán con una versión mucho más realizada, con la experiencia divina ya incorporada. Son nuestra esperanza y garantía de éxito como humanidad.

 ¿Qué es lo que debemos recordar?
 Creo que debemos recordar, entre otras cosas, quiénes somos, por qué estamos aquí, qué es la vida, cuál es la esencia permanente en nosotros... Tenemos que reclamar nuestro derecho a recordar la verdad en nosotros mismos. Nos han confundido y nos han dicho que sólo existe una vida, que existe la buena y la mala suerte, que las cosas que nos ocurren no dependen de nosotros... Tenemos que recordar que existen muchas vidas, que el planeta es una escuela, que el objetivo de la vida es encontrarnos a nosotros mismos y descubrir quiénes somos en verdad...


Es fundamental recordar que de todos los tiempos este es el tiempo esperado y que de todas nuestras vidas, esta vida es de enorme importancia al estar en un lugar tan singular como la Tierra en un tiempo tan especial como el actual. ¡No podemos perdérnoslo! Todo el mundo que es consciente lo está diciendo, pero pocos lo están viviendo.

¿Qué tenemos que olvidar?
Creo que tenemos que olvidar la desinformación, la falsedad y el desamor y borrar el miedo en nosotros. Tenemos miedo porque estamos débiles emocionalmente. Creo que el problema no es tanto no saber, porque hoy día toda la información está accesible, lo que nos falta es la entereza personal para enfrentarnos a nuestro pasado, mirarlo con perdón y tranquilidad y darnos cuenta de que hoy somos lo que somos debido a lo vivido, pero también hoy tenemos la oportunidad de ser mucho más de lo que fuimos ayer.


Ya lo dijo Shakespeare: “Ser o no ser, esa es la cuestión, ¿qué es más elevado para el espíritu: sufrir los dardos y golpes de la insultante fortuna o tomar armas y, frente a un piélago de calamidades, haciéndoles frente acabar con ellas?”. Pienso que vale la pena que tomemos la fuerza personal y nos enfrentemos a las cosas no resueltas.

Yo creo que dependerá del proceso de cada uno, porque no todo el mundo está preparado para solucionar
 Cada persona está en un nivel diferente. Siempre hay que respetar el momento de la persona, nunca hay que imponer nada y hay que dejar que cada persona viva su momento a su velocidad. Sin embargo, hay que observar que hay personas que están buscando la mejor solución y otras están todavía entendiendo el enunciado del problema porque aún no lo han entendido; hay quien ni siquiera se ha enterado de que hay que leer un enunciado, porque están en un piloto automático que no les deja ver que la vida les está ofreciendo un enunciado que les va a ayudar a entender mejor quiénes son y de ahí despertar a un mejor nivel de conciencia.

 ¿Sabemos preguntar?
No, porque si supiéramos preguntar obtendríamos inmediatamente la respuesta, dado que esta viene siempre contenida en una pregunta correcta. Hay una cosa que en mi trabajo aprendí y creo que es verdad: nunca hay decisiones mal tomadas, sino problemas mal planteados. Alguien me preguntaba el otro día: “¿Cómo se pueden integrar la lógica y la razón con el corazón?”. Yo le decía: “Es muy fácil, la razón es un mecanismo para que partiendo de unas hipótesis obtengas la mejor respuesta; pero la razón nunca te va a cuestionar las hipótesis de partida, sólo es el corazón quien te las cuestiona”. Si digo: “Sólo existe una vida y no hay nada más”, mi razón hará que, como sólo hay una vida, saque conclusiones de que en la vida lo mejor es pasarlo bomba, quemarla y da igual lo que hagas porque no conlleva consecuencias; creo estar en la razón, por lo que nunca me cuestionaré si esa hipótesis es verdadera o no. Es el corazón el que dice: “¿pero realmente sólo existe una vida?”. Porque si el enunciado primero, la hipótesis de partida, es que existen muchas vidas, la propia razón te llevará a que como todo tiene una continuación, haz hoy bien porque mañana te será mejor. No sabemos preguntar porque la pregunta correcta sólo nace desde el corazón y no desde la mente.

Estoy convencida de que educarnos en la razón es muy fácil, pero educarnos en la emoción es muy difícil.
La tarea más elevada es educarnos en el corazón que es todavía más difícil, porque al fin y al cabo, razón y emoción no dejan de ser características de la personalidad. El corazón es un primer aspecto que pertenece al alma, quien es realmente nuestra educadora. El alma, para tener éxito, tiene que poder manifestarse en una personalidad que quiera aceptar su reto. Si el alma no ha configurado bien la personalidad, esta se vuelve débil y aunque tiene la opción de poder avanzar, no tiene la fortaleza para poder hacerlo.


Creo que no tenemos que abandonar la sociedad y huir a sitios raros, lo que hay que hacer es vivir en la sociedad como uno más, totalmente integrados pero con una visión muy diferente, no con una visión de abajo hacia arriba, sino de arriba hacia abajo, es decir, como el alma ve la vida. Así daremos poca importancia a lo que no la tiene y mucha a lo que sí la tiene.

Nos queda un trabajo duro.
Sí, pero es posible. El entusiasmo nunca debe perderse, es nuestro motor. Cuando uno tiene la certeza y tiene el entusiasmo, no hay problema. El entusiasmo nace de la coherencia de querer estar uno bien consigo mismo. El problema nace cuando queremos hacer las cosas para que otros nos vean. Las carencias y los prejuicios al final debilitan a la persona pero el entusiasmo nacido de sentirte bien contigo mismo, nunca te traiciona. Nada es imposible, la única limitación está en nosotros mismos.

 ¿Qué papel tiene la espiritualidad en todo esto?
Creo que la espiritualidad es la vida. En algunos capítulos de mis libros hablo del camino espiritual. Hay gente que concibe la espiritualidad como un domingo, una buena acción, como un ratito de mi vida al margen de mi vida; para otros la espiritualidad consiste en mucho conocimiento, mucha lectura y grandes filosofías. Desde mi experiencia no es ni una ni otra, creo que la espiritualidad es el cien por cien de la vida vivida con una visión diferente, mirándola desde arriba y viviéndola abajo pero desde la perspectiva elevada. La espiritualidad es la forma en la que yo quiero vivir la vida con la intención de disolverme en lo divino para acercarme más y más a la Verdad. Todo es espiritual, lo bueno es de mayor nivel espiritual y lo malo es de un nivel menor. Transformarlo en elevado es nuestra forma de aprender, vivirlo es ser espiritual.

¿Te has acercado a Oriente?
Sí, en mi pasado, cuando dejé todo, también viajé por Oriente.


Supongo que te traerías mucho...
Oriente hasta ahora ha sido la “gran puerta” de espiritualidad porque todas las almas cuando tenían que encarnar sabían que si lo hacían por ejemplo en India, tenían una vida de avance y si encarnaban en Occidente no tendrían una vida de tanto avance.


A veces uno tiene una vida de gran trabajo y lo que tiene a continuación es un proceso de digestión. No todo el día estás comiendo, comes y luego digieres todo lo que has vivido. Occidente era una forma de poder digerir los grandes momentos que en Oriente se vivían. Afortunadamente, esto está cambiando y dentro del plan avatárico hay una decisión que es traer la espiritualidad de Oriente a Occidente y llevar el desarrollo externo de Occidente a Oriente. Occidente está despertando internamente y Oriente está despertando al potencial externo. Creo que la nueva espiritualidad no es ni Oriente ni Occidente, es algo nuevo y mejor.

 ¿Tus próximos proyectos?
Más adelante me gustaría saltar al mundo audiovisual. Creo que también es interesante transmitir un mensaje positivo usando la tecnología que esta sociedad nos ofrece. Mi objetivo no es intentar convencer ni tratar de imponer nada a nadie, sólo pretendo compartir mi experiencia con quien quiera escucharme y le pueda servir positivamente. Hay que ir paso a paso, todo es un reto pero no tengo prisa; lo importante es que nos vayamos encontrando las personas que tenemos que encontrarnos.


De todos tus libros, ¿cuál es tu gran “hijo”?
 Mi primera publicación es la que más ilusión me hizo al ver materializado por primera vez un proyecto. Sin embargo, mi entusiasmo se renueva con cada obra, porque todas son diferentes y son como pasos que conforman un camino. La primera obra fue Olas de cambio, cartas para tu transformación. Inicialmente, quería haber hecho otra cosa pero pensé, ¿para qué voy a hablar de algo que no se va a entender? Cuando uno está atado en los problemas emocionales, desea cambiar pero no sabe cómo, sólo ve que está enredado y no encuentra la salida. Olas de cambio es una herramienta de trabajo personal que te va a ayudar a salir del bloqueo en el que estás, identificando tu momento presente, proponiéndote una salida para que puedas cambiar y avanzar.


A continuación escribí mi primer cuento, El día largamente esperado. Es una invitación a renacer en vida a todos los adultos que aceptaron cambiar con Olas de Cambio, muriendo a la inconsciencia para nacer a la consciencia que aporta el corazón. Es un cuento destinado a todos los que conforman la nueva humanidad. No sabía si hacerlo en forma de libro o de cuento y al final pensé... si somos los nuevos niños, por qué no vamos a hacerlo en forma de cuento.


Una vez el adulto renacido como nuevo niño en El día largamente esperado, necesitaba ser educado en consciencia, por lo que creé la colección Uli el unicornio y Chispas el dragón, en la que dos seres mágicos, según se van autodescubriendo, nos muestran una mirada de la vida desde un corazón consciente. Los cuentos irradian una visión nueva y positiva de la vida. La colección consta, de momento, de dos títulos, El encuentro mágico y La Cascada Dorada. Cada título muestra los nuevos atributos del corazón que traen incorporados los niños índigo y cristal. Para los adultos son objetivos a alcanzar y para los niños son paz en sus corazones al reconocer que siendo como son, son correctos.


El siguiente reto consistía en aportar el entendimiento que las personas necesitamos para continuar y reforzar nuestro proceso de crecimiento hacia lo nuevo. Así nacieron dos colecciones cuyos primeros títulos son Nada es lo que parece y Recuerda, con el objetivo de aportar equilibrio entre mente y corazón en tiempos de cambio para prepararnos al nuevo tiempo que se está acercando. Ayudan a recordar de forma sencilla lo que nunca deberíamos haber olvidado.


Todas las publicaciones conforman un camino de transformación para aquel que quiera cambiar y resumen mi vivencia haciendo corto lo que para mí fue más largo.

03 abril, 2011

Sutilezas

Sobre ese maltrato sutil que nos hacen y que nos hacemos.




De mujeres