Adios, adios San Juan... fin de fiestas en Quintana, pero... ¡vaya fiestas!, ni un solo baile nos echamos, tanto decir, no hay agua, el pantano esta vacio, pues tomad agua, tormentas, rayos y asi no hay quien baile, y es que una fiesta sin pasodoble, es fiesta, pero ...A mi me gusta bailar, ¿bien? no lo hago, ¿ritmo? algo llevo, ¡MI RITMO!, me sienta bien, mi agilidad y fantasia se disparan, hasta, me creo bambi, los pies en tierra van al aire, en el aire, si, eso me gusta, guay estar en mis nubes, nubes de sueños que son vigilias, de ilusiones que son acciones, bellas hasta en la talla 56, y magicas pues me invitan a ser mejor, alli no hablo, sonrio y me sonrien, no vendo imagen, asienten y asiento, me aceptan y acepto, tiendo mi mano amiga para compartir ilusion, acaso no es eso la amistad.
En los bailes quintaneros, hay lugar para la complicidad, conseguida en espacio y sentimientos comunes, que se activa con una mirada y nos brinda nuestra vida en fotogramas.
Imagenes que son sentimientos, sonidos, colores... AÑORANZAS.
Añoranzas, de esos tres navios en el mar... (otros tres en busca vannnnn).
Valentias adquiridas a fuerza de pulso con el miedo, que nos hizo mayores, nos integró.
Emociones creadas en esos ensayos, de pasodobles por si algun mozalbete nos quería poner a prueba.
recuerdos, como no, de ese primer amor, que tanto sufrimos y tanto vivimos... por una mirada.
Y asi crecimos, nos reconocimos, nos reconocian, y esos niños que fuimos, somos y esos cariños que fueron son.
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