Llegamos un 11 de diciembre, bonito numero para que no fuera como fue,
estupendo viaje.
Es
este un país de contrastes donde nunca pasa nada, según ellos aunque a lo
largo de los días se vislumbra, que a lo
mejor pasa más de lo que se creen o de lo que nos dicen, en fin eso son mis filosofías.
En
Bangkok descubrimos la mayor polución que hayamos vivido y la mayor amabilidad
de sus gentes, los atascos más grandiosos junto con un aguante difícil de creer,
monjes budistas paseando por mercadillos rodeados de prostitución... País de
contrastes.
Tailandia
es un país eminentemente budista y yo añado, también, genéticamente, lo llevan
en los genes, esto que nos llega Occidente nos cuesta nuestro esfuerzo
adaptarlo para ellos es mas fácil, tan solo les quedaría abandonar ritos.
3 comentarios:
Vaya viaje chulo que os habéis hecho!! El templo blanco me ha impactado! Qué recuerdos... de las gentes, los niños, los colores... Fantásticas las fotos!
Un beso grande!
Laura.
Impresionante! se os ve felices y divertidos. Me quedo con la foto donde apareces con un turbante colorido! La flores y las caras infantiles...y ese árbol con cabezas??? Cuantas cosas tienes que contar guapaaaaa. besos
Gracias mis chicas, sabia que os iba a gustar.
El templo blanco esta inacabado sigue su imaginación y creación funcionando.
A mi también me impacto, la verdad.
Publicar un comentario