¿Dónde el límite
entre el pensar y me escapo del pienso…?
¿Cómo hacer armonioso
él “un-dos, cha-cha-cha”?
Mi pienso es
un Swing del futuro al pasado, donde en algún momento la danza reclama un giro
y me posiciono de nuevo en el principio…
Un-dos,
un-dos… a veces no entra el cha-cha-cha.
Quizás lleve
su tiempo y su ritmo, ese tiempo que perpetúa percepciones anteriores para
llevarme de la mano al disfrute de la sinfonía.
Y entre cada
“un-dos” “armonías de antaño-concordias futuras”
aparece un cha-cha-cha, ese inconsciente que fluye…
“Repito-imagino” cha-cha-cha
“lucidez-chifladura”
cha-cha-cha
“pasado-futuro” cha-cha-cha
¿Dónde el
disfrute? ¿Dónde el dolor? ¿Dónde la armonía?
¿Quizás en
el cha-cha-cha de dejarse ir?
Pienso,
repienso, me dejo ir…
un dos cha-cha- cha
Recopilar
datos del pasado, prever resultado al futuro...
mientras, me dejo ir…
Y comienzo
el vaivén del pincel que me arrastra, el ganchillo me toma la mano y el pasear me mece.
No hay esfuerzo,
las respuestas me alcanzan, invitan a
bailar.
Con todos en
la pista, pasado presente y futuro me deleito en el aquí y también en el ahora.