12 enero, 2008

¡Como me puede gustar!


Estaba en esta apasionante tarea de reordenar armarios, y no digo lo de apasionante con sorna, pues ¡COMO ME PUEDE GUSTAR INDAGAR EN ELPASADO! que es a la postre lo que hacemos cuando removemos, lo que en un momento entro en nuestra vida por la necesidad, algunas veces, la mayoría de ellas por la ilusión.

Y me doy cuenta de la cantidad de cosas que acumulo, en casa, de mi vida, ni hablamos, que no se ni que tengo y que cuando las redescubro me vuelven a reenganchar, pero que no por ello las integro al reino de la utilidad.

Recuerdo, va de recuerdos, a una pobre-indigente-pordiosera-sin techo, que la vida puso en mi camino, y nunca mejor dicho lo de camino, pues era cuando iba caminando a trabajar.
Esta persona, llevaba un carro de centro comercial, repleto de enseres, que si los vuelcas en el maletero de un coche queda hasta “el portón trasero” y en ese carro, que yo observe durante la friolera de 5 o 6 años, cada vez cabían mas cosas.
Cuando ya empezó a rebosar, ataba bolsas de plástico llenas de chismes, evidentemente, a los barrotes de metal del carro, y poco metal se percibía de tanta bolsa.

Mi risa cuando la veía era al pensar que si tuviera que disponer de algo de lo que tenia abajo ¿como lo iba a sacar? ¿Ella sabe lo que tiene si lo de abajo no se ve? ¿Recuerda todo lo que metió en el carro con tanta ilusión?

La respuesta llego en forma de gran jarro de agua fría por encima:

¡COMO YO!

Me lleno de cosas, las amontono, no se lo que tengo, sigo comprando cosas análogas, en alguna ocasión las mismas, y ya de paso para poder guardarlas armarios o estanterías mayores donde tenerlas.

En pleno siglo de dominio de todo, menos de nosotros, acumulamos, como lo haría una pobre-indigente-pordiosera-sin techo.
Y es que como diría Serrat:


¡NUNCA ES TRISTE LA VERDAD, LO QUE NO TIENE ES REMEDIO!

No hay comentarios: